El dolor renueva como el mismo sol, fuerte y ardiente. Los recuerdos como nubes viajan en el infinito cielo de mi mente, llevando y trayendo sin cesar penas que como nube negra se convierte en gotas que brotan de mis ojos como lluvia acida. Las que al caer no se lleva consigo el mismo dolor mas bien se deshidrata mi ser dejando la raíz que recurrente vuelve a retomar sus fuerzas cuando la misma lluvia acida le brinda vitalidad. Donde mis mismos actos y actitudes se reparan pensando en que nadie merece tal dolor, y como yerba nueva crece un mejor ser. Pero lleno de dolor.
